top of page

SEARCH BY TAGS: 

RECENT POSTS: 

FOLLOW ME:

  • Facebook Clean Grey
  • Twitter Clean Grey
  • Instagram Clean Grey

Como excitar 100% a tu chica y llevarla a las nubes !

  • Foto del escritor: luzdetuvida10
    luzdetuvida10
  • 26 ene 2016
  • 5 Min. de lectura

Las zonas erógenas de la mujer van mucho más allá de la vagina o el clítoris.Porque las zonas erógenas son la hoja de ruta sexual hacia un final feliz. ¡Toma nota y disfruta como si fueras la estrella de alguna gran escena de sexo!

Cómo encontrar y estimular el punto G: el botón del placer

Su tamaño varía entre los 2 y los 5 centímetros, dependiendo de cada mujer, y su sensibilidad también varía, pero en cualquier caso será el punto central del orgasmo femenino. Únicamente hay que encontrarlo.

El orgasmo conseguido a través del punto G es mucho más largo y más intenso que el clitoridiano y se convierte en una sensación única si consigues los dos orgasmos al mismo tiempo

Cómo encontrar el punto G

El punto G se sitúa en la parte superior de la vagina, a unos 5 centímetros de la entrada. Se trata de un tejido esponjoso con unas terminaciones nerviosas extremadamente sensibles que son las que proporcionan la sensación de placer inmenso.

Al encontrarse en un sitio tan concreto, encontrarlo supone un problema para muchas mujeres y un problema mucho mayor para los hombres. Pero el gran misterio del orgasmo femenino se descubre aquí, en el punto G. Así que tómate tu tiempo, no desesperes y céntrate en buscarlo.

Será mejor que primero lo encuentres tú misma y, una vez tengas el control de tus orgasmos, le comuniques a tu pareja la ubicación del ansiado hallazgo. Para ello introduce dos dedos en tu vagina y dirígelos hacia el centro superior de la pared vaginal.

Explora esa zona buscando un lugar donde el tacto sea distinto. Si pasado un tiempo no encuentras nada, estimula tu clítoris o cualquier otra de tus zonas erógenas, ya que cuanto más excitada estés, el punto G se irá hinchando y así podrás encontrarlo más fácilmente.

Puede que no lo encuentres a la primera, por eso es importante que sigas intentándolo. Cuando tengas una sensación repentina de orinar, sabrás que lo has encontrado. No te asustes y, sobre todo, no te pares, porque las ganas de hacer pis desaparecerán enseguida. Sigue estimulando tu punto G y empezarás a notar unas oleadas de calor cada vez más intensas que te harán llegar al orgasmo más increíble.

Tipos de zonas erógenas

Una zona erógena es una parte del cuerpo susceptible de provocar excitación sexual. Existen tres tipos de zonas erógenas que van desde lo más básico y convencional, hasta lo más insospechado. Son tres:

  • Zonas erógenas primarias. Se trata de los órganos que deben ser excitados para alcanzar un orgasmo. En la mujer, las zonas erógenas son el clítoris y la vagina. El primero se excita mediante caricias y movimientos circulares. En cuanto a la vagina, sólo es sensible si se encuentra el famoso punto G y por la contracción de los músculos gracias la penetración del sexo masculino. En el caso de los hombres, las zonas erógenas primarias masculinas se sitúan al nivel del glande y el pene. Del mismo modo, la excitación se produce por frotamientos con la masturbación o la penetración.

  • Zonas erógenas secundarias. Se caracterizan por ciertas partes de la piel y las mucosas que, excitadas por caricias, también activan la excitación de las zonas primarias y, por lo tanto, multiplican el placer sexual. Sin embargo, no son indispensables para alcanzar el orgasmo. En la mujer, son el pubis, las nalgas, los labios mayores y menores, la entrada de la vagina, el perineo, el ano y, por supuesto, los pezones. Por su parte, las zonas erógenas secundarias del hombre son el pene, el escroto hasta el ano y el interior de las nalgas. A algunos hombres también les encantan los mordisqueos y las caricias en los pezones.

  • Zonas erógenas potenciales. El objetivo es activar un conjunto de sensaciones que pueden estimular las zonas primarias y provocar la humedad vaginal y la excitación. Estas zonas erógenas tienen una dimensión erótica y varían de una persona a otra, tanto a nivel de localización como de intensidad. Si quieres pistas, puedes probar con el cuello, las orejas, alrededor de los pezones o incluso los pies… Cada uno debe descubrir estas zonas de deseo, presentes en todo el cuerpo.

Cómo activar las zonas erógenas

Puede que en un primer momento pienses en el tacto como una forma de activar o potenciar tus zonas erógenas o las de tu pareja, pero hay mucho más e incluso, según la persona, mejores. Por norma general, además de las manos, suele funcionar muy bien utilizar los labios para hacer caricias, la respiración contra el cuerpo del otro o algún elemento externo como una venda para los ojos, ya que al tapar el sentido de la vista, se potencian los demás.

Vamos a contestar ahora algunas de las preguntas más habituales sobre las zonas erógenas. ¡No te quedes con ninguna duda!

  • ¿Las zonas erógenas son las mismas en todas las personas? En principio, las zonas erógenas son bastante parecidas en todas las personas, pero cada uno tiene sus propias preferencias. Para saberlo, es bien sencillo: basta con preguntar a tu pareja qué partes de su cuerpo son más sensibles al erotismo. Si te da vergüenza, te recomendamos que empieces con besos y caricias por su cuerpo y observes atentamente las reacciones de su cuerpo.

  • ¿Cómo se desarrollan las zonas erógenas? Hay una parte de innato y otra de adquirido, es decir, una sensibilidad natural desarrollada en algunas zonas, mientras que otras partes del cuerpo se sensibilizan con el tiempo, desde la infancia. Algunos estudios han revelado que, en ese punto, el contacto físico de la madre en sus primeros años influye en la percepción sensorial. Así, un bebé que haya tenido caricias funcionales sin cariño no guardará recuerdos agradables en la piel y tendrá menos confianza en sí mismo, y lo mismo a la inversa. Parece que los bebés niñas reciben más caricias y besos que los bebés niños, lo que explicaría que las mujeres tengan más zonas erógenas que los hombres.

  • ¿Siempre suscitan placer las caricias en las zonas erógenas? Todo depende del grado de concentración de la persona en los preliminares. Si estás totalmente relajada y preparada para recibir la atención de tu pareja, las zonas erógenas que sean tocadas provocarán mucho placer y excitación. Por el contrario, si estás estresada, crispada o preocupada, todo tu cuerpo estará a la defensiva. Estos tocamientos en las partes sensibles pueden provocar cosquillas o una verdadera reacción de rechazo muy desagradable. Así pues, no es raro que a algunas mujeres les de risa en los preliminares, lo que podría conducir a una situación algo lejos de la deseada.

¿Cómo explorar tus zonas erógenas?

Como supondrás, para disfrutar de tus zonas erógenas solo necesitas una cosa: ¡ganas! Y es que hay mil formas para ello, y no en todas ellas interviene otra persona. Puedes hacerlo tú misma a través de la masturbación femenina, o también podéis probar con algunos de estos juguetes sexuales, que pueden hacerte descubrir en cualquier momento y lugar unos niveles de placer que ni siquiera eras consciente de que existían.

Cuando las zonas erógenas se vuelven demasiado sensibles

Evidentemente, las zonas erógenas son muy sensibles, y al igual que nos pueden dar placer, nos pueden provocar sensaciones desagradables. Eso sucede, sobre todo, cuando baja el nivel de excitación, especialmente después del orgasmo. Por ello es recomendable evitar insistir con los besos, lameduras, caricias o tocamientos en las zonas erógenas primarias, como el clítoris, los pezones o el glande. Por lo tanto, es importante respetar el corto período llamado “refractario”, durante el cual la pareja deja de estar excitada. Ese es el momento perfecto para disfrutar de un romántico after sex y, por qué no, ponerse un poco románticos... Por ejemplo, diciéndole "te quiero" de mil formas diferentes.


 
 
 

Comments


© 2014 by Hablemos de sexo

  • b-facebook
  • Instagram Black Round
bottom of page